El transporte de carga nacional e internacional de mercancía en nuestro país se ha convertido en un verdadero martirio.
El transporte de carga nacional e internacional de mercancía en nuestro país se ha convertido en un verdadero martirio para los protagonistas que lo conforman (empresas generadoras de carga, transportadores y camioneros), en el cual se ha creado un panorama pletórico de conflictos que solo contribuyen al retraso en el desarrollo de este importante sector de la economía colombiana.
El transporte de carga es uno de los elementos vitales de la apertura económica y globalización que se están desarrollando en nuestro país y se ha convertido en un factor clave del éxito para las empresas en función, con la colocación oportuna de sus mercancías a los mercados internos y externos. Adicionalmente, constituye casi un 50% de los costos logísticos de una empresa.
Desafortunadamente, el transporte de carga terrestre se ha regazado tecnológicamente y operativamente, generando un servicio costoso al usuario
( el mas alto a nivel latinoamericano ), gravado por los problemas de siniestralidad en carretera.
Dentro de las vicisitudes que afronta actualmente el sector, se destacan las siguientes:
Todo esto conlleva a que se genere una sana competencia dentro del sector, donde los más competitivos serán los que triunfarán y no los especuladores que ofrecen un flete por debajo del mercado, llevando a la quiebra a muchas de las empresas de transporte.
Los operadores del transporte en las diferentes modalidades deben aprovechar la coyuntura actual, donde no hay competencia externa, generando valor agregado mediante un servicio integral que marque la diferencia; en caso contrario, el mercado se encargara de depurar el sector, desapareciendo irreversiblemente las empresas de transporte rígidas e ineficientes.